Por Víctor Flores.
El proyecto político para convertir en gobernadora de Quintana Roo a la alcaldesa de Benito Juárez, Mara Lezama Espinosa y entregar de facto la presidencia de Benito Juárez, al Partido Verde, en manos de su suplente Ana Patricia Peralta de la Peña, se tambalea y se le podría caer a la llamada “mafia del poder”.
La reelección de Mara, es parte de ese proyecto del Partido Verde de impulsarla a la gubernatura como una pieza suya y de tomar por asalto el municipio de Benito Juárez, todo en pos de sus intereses económicos y políticos.
Mara ha jugado a dos bandos, con la bandera guinda y la verde, la guinda le ha dado mucho y la verde también, pero en últimas fechas le ha restado capital político, sobre todo ahora que busca abiertamente la gubernatura con base al populismo y maniobras del partido verde, porque no hay un trabajo en el gobierno en Benito Juárez que la respalde.
En su primer período de gobierno no hizo nada, nada relevante, su trillado discurso ha sido el de sentar las bases para el Cancún del futuro, si no se hubiera relecto, habría pasado a la historia como la presidente “fantasma”, como la presidente que gobernó solo con el discurso y el video en las redes sociales.
Su principal promesa y oferta de campaña de rescatar Cancún de la inseguridad y devolverle la paz a las familias cancunenses, no se cumplió en su primer trienio, al contrario, las cosas están peor, la violencia imparable y la inseguridad es la zozobra de todos los días.
No es un secreto que Mara representa los intereses del partido verde, que a su vez es un grupo de jóvenes hijos de empresarios que desean tomar la política como una forma de acrecentar sus negocios y obtener privilegios, con alto nivel de voracidad y actos insaciables.
Mara representa a la “Casta Divina” de Cancún, gobierna con los ricos, no con los pobres, es falso que grite a los cuatro vientos que ha sido una luchadora social durante 30 años, solo porque estuvo 5 años un programa de denuncia ciudadana en Radio Turquesa.
Antes ha sido reportera de sociales, ahí sí durante 20 años en Novedades de Quintana Roo y TV Cun, como reportera de la “Cancuniqué”, se la pasaba cubriendo eventos sociales en la zona hotelera, pero no en las regiones, y es por eso que para ella eso de “Primero los pobres” no existe.
Si Mara conociera las regiones, la periferia de su municipio y los asentamientos irregulares de Cancún, ya habría visto que hay más de 3 mil niños que carecen de acta de nacimientos, niños apátridas, sin derechos universales y vulnerables que son hoy en día “Caldo de Cultivo” para la delincuencia y la violencia.
Si caminara por el otro Cancún, encontraría los verdaderos problemas sociales del municipio, el rezago de servicios, la inseguridad, el desempleo, violaciones, suicidios, homicidios, desapariciones forzadas, la venta de drogas, el exceso de expendios de alcohol en cada esquina y el miedo de las familias.
La alcaldesa que aspira a gobernar Quintana Roo, sin gobernar Benito Juárez, hace todo lo contrario a los pilares de la Cuarta Transformación, la cual establece un nuevo paradigma para enfrentar la inseguridad y la violencia, promover la política social de “Primero los Pobres”, el combate a la corrupción y la austeridad republicana.
Cuál austeridad, Mara arrastra una denuncia por corrupción ante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), por enriquecimientos súbito e inexplicable, por la presunta compra de una millonaria residencia en Puerto Cancún calificada como la “Casa Blanca”, en la que se pide se le investigue a ella y a sus familiares más cercanos, denuncia que no prosperó y que se archivó durante el tiempo que Santiago Nieto Castillo estuvo al frente de esa oficina, quien coincidentemente es primo hermano de Hugo Alday Nieto, secretario técnico en el gobierno Mara.
Cuando en los primeros meses de su gobierno se le comprobó con facturas emitidas el 4 de julio de 2019 y se le cuestionó a Mara sobre la compra de dos vehículos lujosos marca Mercedes Benz a nombre de su hijo Omar Terrazas Lezama (610 mil pesos M.N.) y de esposo Omar Terrazas García (1 millón 431 mil pesos M.N), ambos pagados de contado, su respuesta impulsiva fue “Mi esposo es un empresario exitoso”; habría que ver desde cuándo su esposo, Omar, se hizo empresario, cuáles son sus negocios y cuándo se hizo exitoso, luego de su fallido intento de ser cantante, conductor de televisión local y hasta hace poco vocero del Atlante.
Ahí queda de tarea para próxima entrega, mientras tanto, a la edil se le olvida que en Morena se trabaja en un proyecto de nación de la Cuarta Transformación y sobre esos pilares de No robar, No mentir y No traicionar.
Su agenda diaria de trabajo es “populista”, enfocada a su campaña electoral, eventos y más eventos para la foto, no hay obras, no hay un plan para combatir la inseguridad, no hay una directriz o línea de trabajo para impulsar los servicios municipales y sacar del rezago a la ciudad, porque la única directriz y obsesión es la gubernatura.
La tan anunciada pavimentación o reencarpetamiento del bulevar Luis Donaldo Colosio la ha convertido en un tema de campaña, electorero a más no poder, cuando debería al menos hacer una sola obra urgente y prioritaria del gobierno municipal.
Ante el cúmulo de intereses que giran en torno a Cancún y en Quintana Roo, se hizo necesario para el presidente imponer una barrera de contención a “La Mafia del Poder” como él llama a los grupos políticos que buscan perpetuarse y adueñarse de la “joya de la corona” del turismo en México.
En ese contexto, donde el presidente busca blindar sus proyectos emblemáticos y estratégicos del sexenio y que en el caso de Quintana Roo, son el Tren Maya y el aeropuerto de Tulum, que para AMLO y para su partido Morena, Quintana Roo será una elección de seguridad nacional y buscará establecer una estrategia que pueda darse en la medida en que sus cuadros más destacados y confiables, estén en los puntos estratégicos donde deben de estar para blindar la situación económica y política del país, y sobre todo consolidar las bases de la 4T.
Es por eso que no se puede hablar a la ligera de quien gobernará Quintana Roo en los próximos seis años, ya que encontrará un estado sumamente endeudado, con alto nivel de inseguridad y de corrupción que ha sido ventilado en los medios de comunicación.
En ese sentido, Mara es una pieza que debiera de mantenerse al frente de Cancún para responderle a los cancunenses los compromisos adquiridos, si no lo hizo en tres años, que lo intente en seis y para no dejar directamente en manos del partido verde (Ana Patricia Peralta de la Peña), un municipio tan importante y estratégico para el país como lo es Benito Juárez.
Sería muy riesgoso, dado todos los intereses, vicios y mafias que se le han enmarcado al Partido Verde, porque no pueden perpetuarse como los dueños de un municipio tan importante en un momento de transformación.
Una del El Dr. Pech.
El doctor Pech, ha salido a declarar en un video que él en Morena no va a declinar por nadie en su handicap por la gubernatura, su reacción parece impulsiva, asume una postura intransigente que lo exhibe en su forma de actuar y hablar, ya le ocurrió hace unos días en el propio senado de la República con micrófonos abiertos, ahora hace una declaración desafortunada, falta de tacto político, se muestra de manera individual, egoísta y hasta rencorosa.
No es por ahí, Morena anuncia ya un “repechaje” de candidatos a la gubernatura, el doctor José Luis Pech tiene posibilidades, pero reacciones como esas no le favorecen, en vez de restar debería sumar, más tolerancia, empatía, tablas y oficio político.
Espero sus comentarios, opiniones y sugerencias en vfloresh@hotmail.com
