Viajar varias veces al año para reunirse con otros ejecutivos, asistir a una conferencia, hospedarse hasta por cinco días y recorrer los lugares turísticos del destino eran una actividad común antes de la pandemia de empresarios o profesionales que activaban esa cadena de negocios. Hoy es distinto.
El COVID-19 obligó a ejecutivos a usar al 100 % las aplicaciones digitales Zoom, Meet, Skype, Facetime, Viber y hasta WhatsApp para continuar con sus negocios. Las conferencias, charlas y hasta talleres también migraron a estas plataformas. Ahora estos encuentros se realizan consecutivamente y a cualquier hora.
Esta tendencia va en alza, según Santiago Ruiz, coordinador de posgrados de la Universidad Internacional SEK. Considera que, al ser plataformas accesibles, el turismo de negocios y convenciones seguirá en caída al menos hasta el próximo año. Cree que ya no será lo mismo de antes.
Para las empresas sí es un ahorro porque evitan el traslado, hospedaje, alimento y viáticos de la persona que hacía el viaje, pero la economía de los lugares que visitaban los empresarios tendrá una afectación directa e indirecta. Directa, por el tema de hoteles, restaurantes; e indirecta, por los servicios de transporte, el turismo comunitario, porque la persona salía, conocía los lugares típicos. Normalmente iba por negocios y siempre terminaba haciendo turismo”, dice.
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Alejandro Bolaños es presidente de BM Tours, una agencia de viajes. Afirma que en tres meses de pandemia el turismo vacacional y corporativo son los más afectados.
“Tuvimos tres meses donde facturamos $2500 mensuales versus $400 000 que facturábamos antes”, apunta.
Considera que el conversar frente a frente o asistir a un evento y vivir esa experiencia no será lo mismo virtualmente, pero indica que cuando se crea el hábito y se miden beneficios, la perspectiva cambia.
“Hay un impacto desastroso para la industria de viaje ya que no solamente tuvimos la movilidad cortada, sino un tiempo muy extenso donde el ser humano creó un hábito y es trabajar de forma remota. Esto va a impactar directamente”, dice y agrega que en BM Tours el 90 % de clientes corporativos encuestados no prevé viajar hasta por seis meses.
El Ministerio de Turismo estima que el sector perderá $300 y $400 millones mensuales mientras dure la suspensión de actividades.
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Holbach Muñetón, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador, dice que las apps han beneficiado en la comunicación, pero afirma que es momento de buscar estrategias para que el turismo corporativo y de convenciones no siga en picada. Los califica como conectores del turismo tradicional.
“La afectación va a ser fuerte, yo diría un 70 % en el tema de eventos, convenciones, conciertos, fiestas por el tema de los protocolos, contagios. Por eso digo que el tejido económico y empresarial es grande, tiene a los que hacen las flores, al DJ, saloneros, pero yo no me quedaría con los brazos cruzados”, menciona.
Sugiere una reactivación de eventos con 20 o 30 personas y verificar si el sitio es amplio y cuenta con ventilación. Cree que estas actividades podrían retomarse en diciembre.
Sin embargo, Alejandro Varas, experto en marketing y publicidad digital, opina que se pueden aprovechar las ventajas de las aplicaciones para potenciar negocios. Por ejemplo, que un escritor exponga su material en línea y no espere a una feria; en el caso de especialistas, apostar por conferencias online e inclusive tours virtuales para generar interés por un sitio específico y querer vivir esa experiencia.
Por eso, el empresario John Hidalgo sugiere a la cadena de negocios ligada al turismo convencional y corporativo primero aceptar la situación y segundo establecer mecanismos para mantenerse.
“Ver mi competencia, saber cómo ofertar, invertir en tecnología. Zoom es como si entras a un hotel, te registras, das tus nombres, accedes. Con esta herramienta se pueden dar foros corporativos”, indica y agrega que los hoteles podrían migrar a ese tipo de servicios.
fuente:https://www.eluniverso.com
