Reportan más de 200 mujeres víctimas de violencia extrema en Q. Roo

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En México, el estado registró el mayor número de casos de violencia de género durante 2022.
Durante el 2022, 204 mujeres fueron víctimas de violencia extrema en Quintana Roo. La mitad de ellas tuvo que ser trasladada a un refugio para salvaguardar su integrad; una tercera parte no recibió estas medidas de protección y volvió a sus hogares y el resto no vivió para recibir el 2023.

La información obtenida a través de transparencia de diferentes organismos locales protectores de los derechos de las mujeres refiere que estas féminas sufrieron lesiones que pusieron en peligro su vida o la de sus hijos, como:

Aisladas de su familia o cualquier otro contacto humano que no fuera con su agresor
Fueron torturadas
Su rostro quedó desfigurado
Sufrieron mutilación de su cuerpo
La mayoría de estas víctimas se concentraron en Cancún. En siete de cada 10 casos su victimario era un miembro de su familia, principalmente su pareja. En dos de cada 10 fueron agredidas por desconocidos y en el resto por el crimen organizado.

Cabe destacar que esta información no toma en cuenta a las mujeres que fueron abusadas sexualmente, a menos de que hayan sido golpeadas a tal punto que pusieran en peligro su vida o que hayan acabado con ella.

Quintana Roo, entidad con más casos de violencia contra mujeres
Durante el año pasado, Quintana Roo fue la entidad con más casos de violencia contra mujeres registrados en todo el país, con aproximadamente 42 mil reportes de víctimas, según el Banco Estatal de Datos de Información sobre casos de Violencia contra Mujeres (Baesvim).

Esto representa una tasa de 3 mil 871 casos por cada 100 mil habitantes, que es cuatro veces la obtenida por Nuevo León, la segunda entidad con peores índices sobre este tema en el último año.

Pero estos son solamente los expedientes que se registraron ante las autoridades. Organizaciones como “Vive Libre Quintana Roo” reportan que este número es tres veces mayor, debido a que las féminas tienen miedo de denunciar a sus agresores.