Poca vigilancia y filtros relajados facilitan al tráfico de mercancías y personas día y noche en la terminal privada.
Por Víctor Flores
La terminal de vuelos privados FBO del Aeropuerto Internacional de Cancún operada por ASUR se ha convertido en punto vulnerable de entradas y salidas de pasajeros y mercancías, por la poca seguridad, deficiencias en los filtros y la supervisión relajada con que opera.
El aeropuerto de Cancún es el segundo aeropuerto más importante del país en vuelos nacionales y primero en vuelos internacionales, y la aviación privada cuenta con la terminal Fixed Base Operations (FBO) por sus siglas en inglés que opera día y noche 24/7.
En esta base fija (FBO) se realizan actividades comerciales de servicios aeronáuticos tales como vuelos privados, combustible, hangar, de amarre y estacionamiento, alquiler de aviones, mantenimiento de aeronaves, instrucción de vuelo, etc.
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Fuentes al interior de la terminal revelaron que en la terminal de vuelos privados no hay un estricto de control de mercancías, ni de pasajeros, por lo que es un canal por el cual entran y salen personajes de dudosa procedencia, así como todo tipo de mercancías.
En un recorrido por el interior de esta terminal de vuelos privados se pudo corroborar que viajeros que utilizan los aviones particulares pasan de manera relajada los filtros de seguridad y caminan por la plataforma con mochilas y maletas de mano con las que abordan las aeronaves.
No se observó durante el recorrido vigilancia policiaca de ningún tipo, ni de la Guardia Nacional, ni de la Semar, por lo que las maletas solo pasan por el detector de manera rutinaria.
La documentación es revisada a la mano a pesar que hay vuelos nacionales e internacionales desde esta terminal.
En los alrededor de la terminal, solo se observa una camioneta de seguridad privada, donde los dos empleados de la misma que tampoco hacen su trabajo.
Abordar aeronaves privadas es mucho accesible y más relajado, hay vuelos nacionales e internacionales.
Aquí operan aviones de empresarios, magnates y de empresas que rentan jet para servicios particulares.
La falta de vigilancia nos permitió acceder hasta al interior de la sala de abordar, sin ninguna restricción, donde pudimos observar los movimientos del personal operativo y la flexibilidad que existe para los viajeros de vuelos privados, comparado con la excesiva seguridad de vuelos comerciales.
Luego de un buen rato en el lugar, se acercó Oscar “N” quien dijo ser el encargo de piso de la terminal y quien ordena no dar ningún tipo de información sobre la operación de esta terminal.
Oscar “N” se limitó a cuestionar nuestra presencia en la terminal y rechazó brindar cualquier tipo de información sobre las operaciones en esta terminal, entradas y salidas de vuelos.
A diferencias de los vuelos comerciales donde ASUR emite a diario información sobre llegadas y salidas de los vuelos comerciales que en promedio son entre 500 y 550 operaciones diarias, en la terminal FBO hay hermetismo y todo se maneja con recelo.
Se desconoce cuántos vuelos llegan y salen diariamente y la capacidad operativa de la terminal, así como las medidas de seguridad para evitar movimientos ilegales, como tráfico de personas, drogas, dinero en efectivo y productos de dudosa procedencia, entre otras irregularidades que pudieran ser susceptibles en una terminal de poca vigilancia.
El aeropuerto de Cancún, se ha convertido también en puerta de entrada de muchos delincuentes, entre ellos, los más buscados por el FBI, algunos de los cuales han sido detenidos en Playa del Carmen y Tulum.
Apenas en enero pasado fueron asesinados en el hotel Xcaret de Playa del Carmen, los canadienses Cong Dhi y Tomás Abraham Cherukara, sobre quien había una recompensa de 50 mil dólares, dos delincuentes extranjeros buscados en Canadá, que pesar de tener “ficha roja” ingresaron a Quintana Roo a través del aeropuerto de Cancún.