La acumulación de desechos en banquetas y camellones de Cancún se ha convertido en un problema grave, creando tiraderos clandestinos que son focos de desarrollo para los mosquitos transmisores del dengue.
Los camellones a lo largo de las avenidas Nichupté, la 135, y Leona Vicario, así como las banquetas en las regiones 95, 96, 99, 102, 315, y 526, están llenos de montículos de muebles, madera, llantas, bolsas negras de basura y cacharros, entre otros desechos.
Según la Dirección General de Servicios Públicos Municipales, en los primeros tres meses del año se han recolectado cada vez más toneladas de desechos de estos basureros clandestinos en calles y áreas verdes de Cancún, siguiendo la tendencia del 2023. Al trimestre se recolectan alrededor de 150 toneladas de basura, un aumento significativo comparado con el año pasado.
El personal de descacharrización de la Dirección General de Servicios Públicos señala que los cúmulos de basura se forman cuando un ciudadano arroja sus desechos en un lugar indebido, y otros ciudadanos siguen su ejemplo al no ver consecuencias para quienes contaminan.
El uso indebido de banquetas, camellones y áreas verdes para desechar basura crea condiciones ideales para el desarrollo del mosquito transmisor del dengue, ya que el agua se acumula en los desechos y llantas, lo que favorece la reproducción de estos insectos.
A pesar de estar apenas en el segundo mes del 2024, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica ya ha confirmado 133 casos de dengue no grave y 175 casos de dengue con signos de alarma en Quintana Roo.
