En Quintana Roo, la polémica sobre el transporte privado sigue creciendo. Uber, la popular plataforma de transporte, parece desafiar las normativas de movilidad del estado, manteniéndose al margen de las leyes locales y negándose a operar bajo los mismos estándares que otras opciones de transporte.
Este conflicto, lejos de beneficiar a los usuarios, amenaza con poner en riesgo la seguridad de pasajeros y conductores, además de desestabilizar el sector del transporte.
El reciente operativo realizado por el Instituto de Movilidad de Quintana Roo (IMOVEQROO) es un recordatorio de que el transporte en el estado no es un espacio de libre albedrío para plataformas que buscan ganancias sin alinearse con las normativas.
En este caso, un vehículo operando mediante Uber fue detenido y llevado al corralón, respetando un procedimiento que se ajustó estrictamente a la Ley de Movilidad de Quintana Roo, la cual exige autorización para operar en esta modalidad.
Uber insiste en su negativa de cumplir con los requisitos legales que rigen en Quintana Roo poniendo en duda su compromiso con la seguridad y el servicio de calidad en la región.
La Ley de Movilidad, diseñada precisamente para regular y proteger tanto a los usuarios como a los operadores, establece estándares de seguridad que incluyen seguros, revisiones de los vehículos y capacitación para los conductores. Sin embargo, la plataforma insiste en brindar servicios sin estos controles.
Quintana Roo no es una excepción en exigir que Uber cumpla con las leyes locales; otros estados y países han logrado que la plataforma se adapte a las regulaciones vigentes. ¿Por qué aquí no debería ser igual?. Los operativos de IMOVEQROO, como el realizado recientemente, buscan que las plataformas tecnológicas respeten las normas que otros sectores del transporte sí deben cumplir, nivelando el campo de juego.
El IMOVEQROO asegura que el proceso se llevó a cabo de forma respetuosa y con los protocolos adecuados, y, como usuarios, es importante valorar este tipo de acciones en beneficio de un transporte más seguro y regulado. Sin embargo, persisten las interrogantes: ¿Cuánto tiempo más seguirá Uber en esta postura? ¿Cuántos vehículos más operarán fuera del marco de la ley antes de que se apliquen medidas definitivas?
¡Ya es momento que la plataforma se comprometa con las normas locales y que los intereses corporativos no pasen por encima de las reglas establecidas para proteger a los ciudadanos.
Por el momento, como ha sido desde que Uber entró a Quintana Roo, la seguridad y la legalidad en el transporte en el estado seguirán en riesgo.