Diversas empresas y asociaciones civiles se sumaron a la causa y donaron juguetes para la caravana Siete Once.
Más de dos mil pequeños de al menos cinco colonias irregulares de Cancún pudieron disfrutar de un juguete para este seis de enero, gracias a que cientos de cancunenses decidieron convertirse en Rey Mago y ayudar a sacar una sonrisa a estos niños que, en su mayoría, viven en pobreza extrema.
Desde las siete de la mañana, una treintena de personas, de diversas empresas y asociaciones civiles, subieron los juguetes a varias camionetas y se encaminaron hacia El Milagro, donde ya los esperaban ansiosos alrededor de 40 pequeños, que brincaban y reían, pero no por los regalos, sino por las botargas que acompañaban a la caravana Siete Once.
Al menos unos minutos, de hecho, por un día, solo disfrutaron de sus juguetes, de algunos dulces y de ser niños. Esta escena se repitió por lo menos en los siguientes cuatro puntos a donde llegó la caravana.
Gabriela Traconis, madre de dos de los niños beneficiados, de aproximadamente siete años, compartió que sus hijos tuvieron la oportunidad de recibir un regalo cada uno, algo que normalmente no es capaz de costear, por las limitaciones de la zona en la que viven.
Las otras colonias hasta donde llegó la caravana fueron México, Tres Reyes, Avante y Valle Verde, y cerraron la jornada en la región 95 y en cada una, los niños, entre 30 y hasta 80, pudieron convivir con distintos personajes que marcaron su infancia durante aproximadamente 30 minutos, y después irse a disfrutar de un juguete.
Caravana Siete Once regaló sonrisas a menores de edad
Luis Carlín, fundador de la caravana Siete Once, contó que desde antes de salir al primer punto, hubo gente todavía se acercaba para donar juguetes, los cuales fueron destinados a menores de entre dos y 11 años.
Finalmente, cabe destacar que según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en al menos una de las colonias visitadas se encontraban más de 500 habitantes, donde las principales carencias que sufrían las familias era la falta de drenaje, luz, y la falta de más del 65% de la gente de educación primaria completa y ser derechohabientes a servicios de salud.
