Un total de 150 toneladas de sandía y 100 toneladas de jícama podrían perderse en las próximas semanas de no lograr ser comercializadas.
TAMPICO ALTO, VER.- Tomás García Valdés, conocido productor agrícola del municipio, admitió que la situación se les está complicando demasiado, ya que las secuelas de la sequía continúan.
A esto se sumó una reciente plaga denominada «amarillo», que estaba afectando las sandías y para colmo la contingencia de salud del coronavirus va de mal en peor ya que por su causa se suspendió la exportación de los cultivos.
Agregó que en su caso tiene pendientes de comercializar 150 toneladas de sandía, esto con un precio por kilo que se ha desplomado al rondar solamente los 4.20 pesos cuando lo ideal sería por lo menos de 6 pesos el kilo.
Indicó que este producto es delicado y prácticamente en dos semanas podría echarse a perder si es que no logra sacarlo al mercado, lo que generaría terribles las pérdidas económicas y se perdería la inversión aplicada.
En el caso de la jícama manifestó que tiene aún enterradas100 toneladas listas para cosechar, pero el precio también está desplomado al apenas alcanzar los 2.50 pesos, cuando su precio ideal sería de 5 a 6 pesos.
Manifestó que no han recibido ningún tipo de apoyo de gobierno y prácticamente todo lo han cubierto con sus ingresos, apoyando con ello a un grupo de 24 jornaleros de los cuales dependen igual número de familias.
En este sentido manifestó, que esperan que el gobierno establezca un esquema de apoyo sobre todo para estas familias vulnerables, pues son trabajadores eventuales.
Dijo que en sus posibilidades, como ha podido les ha entregsdo alguna despensa y a los que tiene de base Hay que seguir pagando el sueldo, por lo que situación es complicada reconoció.