«Me hubiese gustado tener otra despedida, creo que me vi un poco solo en ese momento. Las circunstancias fueron así, pero me hubiera gustado despedirme en el Francisco de la Hera con la afición. Los que tuvieron que estar, estuvieron, no hay más vuelta», lamenta el mito azulgrana, que asegura no tener «ninguna espinita clavada, ni en lo deportivo, ni con la afición, ni en lo institucional».
No obstante, y a pesar de su amor por el club de Tierra de Barros, su puerta, de momento, está cerrada a una posible vuelta si se consuma su descenso. «Atendería la llamada del club porque antes que nada somos personas, pero ahora mismo no vendría al Extremadura. Me debo al Córdoba y quiero hacer cosas allí, ya que tomé esa decisión quiero aprovecharla. Ahora mismo te digo que no, después habría que ver las circunstancias», apunta.
Voz autorizada
Si hay una voz válida para hablar de la delicada situación que atraviesa el Extremadura es Willy. «Veo todos sus partidos, tengo relación con muchos jugadores del vestuario porque son grandes amigos míos. Es complicado, tienen que ganar muchos partidos de los pocos que quedan, pero mientras las matemáticas no digan lo contrario hay que creer y ojalá consigan la permanencia», desea el Willy aficionado.
¿Y si el búfalo hubiese seguido? «Siempre me he caracterizado por ayudar al equipo y luchar el máximo por la camiseta del Extremadura, si es verdad que cuando juego el último partido el equipo se queda empatado con el que marcaba la permanencia, pero no sabría decirte si conmigo nos iría mejor o no, porque eso sería jugar a ser adivinos y eso en el fútbol no funciona», analiza. No obstante, algo palpable en el sentir de la afición de Almendralejo es la añoranza de esa llamada garra de la que anda sobrado Ledesma.
«Eso lo puede decir un aficionado, pero en un vestuario hay muchas cosas que no se saben y que pasan dentro. Creo que no soy juez de esas cosas, si mi figura es necesaria lo deben decir gente que sabe de fútbol y esté dentro del club, no yo», responde. Una afición que desde la lejanía valora a su futbolista, pero que también fue contundente con el jugador.
«Siempre me han motivado las críticas, pero si eran constructivas. Cuando se meten con tu familia o en el terreno personal cuesta más asimilarlas; pero creo que me he comportado bien en esas situaciones y siempre me han motivado para trabajar más y callar bocas», responde el jugador. Un Ledesma que sigue, ya en su casa, preparándose para cuando la batalla vuelva a reanudarse. Un Ledesma que seguirá peleando contra él mismo para demostrarse que aún le quedan años y goles.
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