Por Redacción
No hay negocio a salvo en la 233, muchos de ellos ya han sido víctimas de una ola de asaltos y robos impunes desde hace poco más de un año sin que la policía pueda brindarles protección.
Casas habitación, carnicerías, expendios de comida, farmacias, etc todos han sido asolados por dos delincuentes que operan juntos en esa zona, han identificado a uno de ellos como “El Jason” y a pesar de que la policía preventiva tiene conocimiento de lo que está sucediendo no han hecho nada para ayudar a erradicar esas lacras de la 233.
Su modus operandi es que bajan las palancas de los medidores de energía eléctrica de los comercios por las noches cuando ya no hay nadie y cometen los robos tranquilamente sin que nadie los detecte hasta el día siguiente.
El problema está en que ambas lacras han sembrado el terror con los vecinos de esa zona y ante amenazas de represalias nadie se atreve a denunciarlos y por consiguiente las autoridades correspondientes tampoco actúan para atraparlos, es es un jueguito como de qué fue primero ¿El Huevo o la Gallina?
Un vecino afirma que “El Jason” es vecino de la zona por lo que es conocido y él también conoce a sus vecinos lo que lo hace peligroso e intimidante para ser demandado por sus fechorías y en consecuencia nadie quiere un problema con este delincuente por lo que demandarlo no es una opción muy fácil para los habitantes de la 233.
