La construcción del Tren Maya pone en peligro la pureza de los ríos subterráneos de Quintana Roo

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La construcción del Tren Maya ha generado preocupaciones sobre la pureza de los ríos subterráneos de Quintana Roo, ya que el escurrimiento de cemento del proyecto amenaza sus aguas cristalinas. José Urbina Bravo, miembro del colectivo Selvame del Tren, destacó los daños causados por el filtrado de cemento al acuífero desde los pilotes que sostienen las vías del tren. Mencionó que la cueva Garra de Jaguar, en la sección sur del proyecto, ha sufrido daños irreparables, con fuentes de agua cementadas ahora comprometidas.

La construcción involucra más de 10,000 pilotes rellenos con varillas de acero y cemento, representando una amenaza significativa para los ríos subterráneos cristalinos de la Península de Yucatán. El cemento solidificado en una cueva es solo el comienzo, y se espera encontrar más en las próximas semanas, lo que podría requerir la purificación del agua en unos 10 años.

Urbina Bravo explicó que el proceso de perforación de agujeros para los pilotes y su relleno con cemento para sellarlos no es seguro, lo que provoca filtraciones de cemento y contaminación del agua. Advirtió que el cemento derramado eventualmente se secará, mientras que el resto se mezclará con el agua y llegará a diversas áreas, incluyendo el acuífero, manglares y arrecifes.

A pesar de los impactos conocidos, la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) para el Tren Maya no incluye ningún tratamiento para este problema, lo que dificulta estimar el alcance real del daño sin un estudio adecuado. Para mitigar más daños, Urbina Bravo enfatizó la importancia de que los ciudadanos aseguren conexiones de alcantarillado adecuadas y aboguen por medidas sostenibles en la legislación. Destacó la urgencia de abordar estos problemas, ya que la urbanización estimulada por el tren y los nuevos procesos de construcción causarán daños similares y afectarán aún más la calidad del agua.

Selvame del Tren ha reportado una amplia variedad de flora y fauna en las cuevas afectadas, incluyendo jaguares, jaguarundis, ocelotes, venados, pecarís, pumas, insectos, ranas, hongos, y más.