En Cuba, Ayer 13 de junio, los seguidores de la santería celebraron a Elegguá, el poderoso Orisha que tiene el poder de influir en nuestro destino y abrir o cerrar puertas. Él es conocido como el dueño de los caminos y es el primero de los Guerreros.
Dentro de la santería, el Elegguá es comparado con otras figuras religiosas como el Santo Niño de Atocha, San Martín de Porres y san Antonio de Padua. Para aquellos que aún no han sido iniciados en la religión, es necesario recibirlo y consagrarlo, ya que se considera la protección principal antes de dar este paso.
La presencia de Elegguá en la naturaleza se simboliza a través de las rocas. Se dice que Elegguá llegó al plano terrenal acompañando al Osha Obbatalá y es considerado el mensajero fundamental de Olofin.
Este poderoso Orisha tiene 21 caminos, pero todos ellos son uno solo: Elegguá. En la mayoría de estos caminos, se representa como un niño pequeño que se encuentra en curvas, cimas de montañas, costas, entradas de hospitales, puertas de cementerios, entre otros lugares. Se le conoce por muchos nombres, como Elegba, Elegbara y Legba.
Elegguá es el guardián que se encuentra en cada esquina y puerta del laberinto. Si uno toma un movimiento equivocado, abrirá el camino hacia un resultado incorrecto. Pero si se elige el camino correcto, se abrirá el camino que se está buscando. Elegguá todo lo sabe y todo lo ve. No hay nada que escape de su conocimiento.
A pesar de que se considera a Elegguá como un niño, se le representa en diferentes etapas de la vida, como joven, adulto y anciano. Incluso se habla de la existencia de un camino femenino de Elegguá. Él es uno de los primeros orishas que se reciben y forma parte del grupo de los “orishas odde” o guerreros, siendo el primero junto a Ogún, Ochosi y Ozun. Cuando se une a Ogún y Ochosi, se convierte en una deidad temible y feroz a la que nada puede detener.