Tras meses de resistencia y presión por grupos ambientalistas, empresariales y la sociedad civil, los desarrolladores desistieron del proyecto Península Cancún, que pretendía construir más de mil 378 viviendas y 850 habitaciones hoteleras en el campo de golf Pok Ta Pok.
El promotor del proyecto se retiró del proceso ante la Dirección General de Riesgo e Impacto Ambiental (DGIRA), lo que llevó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a concluir que no era necesaria la evaluación de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
La evaluación del proyecto comenzó el 26 de enero de este año, generando preocupación debido a la gran demanda de servicios que impondría en el principal corredor turístico de Cancún, con más de 2 mil 200 cuartos, varias plazas y servicios en el terreno del actual campo de golf Pok Ta Pok, ubicado en la zona hotelera, ya sobredensificada.
El 12 de marzo el proyecto entró en consulta pública, recibiendo más de 19 observaciones de residentes, grupos ambientalistas, la sociedad civil y empresarios. Estos señalamientos destacaban el impacto ambiental y la carga de servicios que generaría el megaproyecto, especialmente de luz, agua y drenaje sanitario.
El proyecto contemplaba desarrollos hoteleros, comerciales y residenciales, con tres tipos de torres y viviendas, zonas comerciales, marinas y áreas verdes.
El 24 de abril, en pleno proceso de evaluación, la DGIRA recibió el escrito de desistimiento, concluyendo que la evaluación ya no era aplicable. Esta decisión se formalizó en la Gaceta Ecológica Oficial Número DGIRA/0022/24 de esta semana.
Según el resolutivo emitido, se dio por finalizado el Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto Península Cancún. Anuar Fayad Hassan, representante legal de Hazama Corporation Desarrollo de Turismo, S.A. de C.V., comunicó el desistimiento, cerrando así el procedimiento administrativo.
Edición: Estefanía Cardeña