Durante una conferencia de prensa, comunidades indígenas también denunciaron una violación a sus derechos humanos.
El suministro de agua dulce de los ríos subterráneos de la Península de Yucatán corre el riesgo de sufrir una salinización por la construcción del Tren Maya, lo que causará que el ecosistema no pueda sobrevivir.
En conferencia de prensa realizada, ambientalistas del movimiento Selvame del Tren, resaltaron que la contaminación del agua del estado se ha dado en el transcurso de un año por los pilotes con los que se han perforado el suelo y que llegan hasta los ríos subterráneos, lo que afectará a las comunidades originarias, y centros urbanos y turísticos de la región.
También, entre las manifestaciones de los especialistas en medio ambiente, el biólogo Roberto Rojo García, añadió que al volverse más salada el agua del manto acuífero de la península, el agua que absorben los árboles de la selva tienen cada vez menos condiciones para nutrirlos, lo que a la larga generará una gran deforestación.
Urbina Bravo lamentó que desde el inicio de las vías férreas hasta la llegada del balasto a Puerto Morelos, ya se han cortado más de nueve millones de árboles; y han sido tapados con rocas o contaminación una cantidad incontable de cenotes.
Comunidades denuncian violación a sus derechos humanos
Por otra parte, en la conferencia también se manifestaron representantes de comunidades indígenas de Quintana Roo y Campeche, donde denunciaron una violación a sus derechos humanos.
Nicolás Moreno, miembro de la comunidad indígena de Calakmul, reclamó que las autoridades que resguardan las obras del tren solamente están presentes para defender la obra, pero no a las comunidades que viven cerca del trazo por donde se pretende que pase el ferrocarril.
Asimismo, tampoco se hizo la consulta en las lenguas maternas de las comunidades indígenas de los estados, de manera que no fueron propiamente consultados sobre la aprobación del proyecto federal, e incluso se trata a los indígenas como invasores en la zona, opositores al proyecto, y aun con esto, se les exige que apoyen el avance del macroproyecto.
Finalmente, los ambientalistas recordaron que este sábado 25 de marzo se dará una manifestación en el municipio de Puerto Morelos, donde se formará una cadena humana como manera de protesta por el daño ecológico a la selva, a los ríos subterráneos, al mangle, y a los arrecifes del estado.