El huracán “Gilberto” tocó tierra el 14 de septiembre de 1988 y es considerado como el primer ciclón que enfrentaron los cancunenses.
“Gilberto”, que tocó tierra el 14 de septiembre de 1988, es considerado como el primer huracán que enfrentó la población de Cancún y, por ende, una de las primeras pruebas que sus habitantes enfrentaron, consideró Fernando Martí, cronista de la ciudad.
Señaló que, en aquellos días, había una creencia, propalada por los fundadores de Cancún, de que en esta ciudad era un lugar libre de huracanes
Sin embargo, con el pasar de las horas y el fortalecimiento del huracán, el desinterés se transformó en una gran emergencia en la tarde, “cuando se vio que el fenómeno estaba encima de nosotros y que era una cuestión de horas”, por lo que se tuvo que efectuar una evacuación rápida y masiva de la zona hotelera y de otras regiones de Cancún, comentó.
Pese a que “Gilberto” ha sido uno de los huracanes más intensos, el entrevistado refirió que en Cancún hubo “muy pocas pérdidas de vidas humanas, de personas que sufrieron un accidente grave en sus casas, con un ventanal, o electrocutados o un infarto por la tensión nerviosa”, por lo que contrastó con las cuantiosas pérdidas materiales.
Aunado a ello, las labores de reconstrucción fueron complicadas, porque se necesitó de mano de obra calificada que no se dio abasto, combinado con la carencia de materiales para atender este problema.
Para Martí, el huracán “Gilberto” fue una prueba para los cancunenses en la formación de una cultura de prevención y organización de protección ante estos fenómenos.
