Para los líderes empresariales, la construcción del Tren Maya debe apegarse a derecho.
Empresarios de Quintana Roo descartaron la propuesta de grupos ambientalistas acerca de regresar a la carretera federal 307 (Cancún-Playa del Carmen) la construcción del tramo 5 del Tren Maya, para evitar el daño ecológico y arqueológico en donde actualmente se llevan a cabo estas labores.
Para los líderes empresariales, la propuesta presentada por el Grupo Ecologista del Mayab (Gema), dada a conocer el pasado fin de semana, es inviable por cuestiones ambientales, logísticas y económicas.
El presidente de la Comisión de Turismo de la Asociación Nacional de Consejos Empresariales Regionales (Ancer), Lenin Amaro Betancourt, comentó que esta propuesta no se puede realizar, debido a que distintas organizaciones acordaron con el gobierno estatal que las obras del tramo del Ten Maya no pueden realizarse sobre la carretera.
Indicó que el objetivo no sólo era evitar el colapso vial en la Riviera Maya ”a la que llegan aproximadamente 50 mil turistas al día”, sino que también se tendrían que hacer otras adecuaciones, como reubicar una terminal eléctrica que se encuentra cerca de la carretera.
El expresidente del Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya señaló que el hecho de regresar el trazo a la carretera federal del tramo 5 del Tren Maya no garantiza afectaciones en el subsuelo, pues sigue siendo frágil, por lo que se pidió al gobierno federal realizar la obra con tecnología que no afecte el medioambiente.
Además, Amaro Betancourt comentó que ahora es inviable regresar dichas obras a la carretera federal, porque ya se volvieron a plantar árboles en la zona, por lo que se tendrían que volver a quitar.
Ambientalistas acusan al gobierno federal por “apoyar” al sector empresarial
Por su parte, Iván Ferrat Mancera, presidente Consejo Coordinador Empresarial del Caribe del Caribe (CCE), negó las acusaciones de ambientalistas y activistas de que el gobierno federal cambió el trazo del Tren Maya para favorecer a dicho sector.
Acerca de la realización de la obra en este tramo, pese a que aún no se contaba con la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y de que hay una suspensión en el parte sur del tramo, ambos empresarios coincidieron en que la construcción del Tren Maya debe apegarse a derecho.