Boox ha recibido el entrenamiento para la localización de personas extraviadas en situaciones de riesgo, como terremotos.
Boox, es un labrador de tres años de edad que pertenece a la Unidad Canina del Honorable Cuerpo de Bomberos de Cancún, de madre rescatista. Actualmente, ya está preparado para buscar y salvar personas en zonas de desastre.
Luna, su mamá, es una perrita labrador que tuvo la formación por parte de la Unidad Canina de Bomberos a cargo de José Alfredo Pérez Javier, pero fue dada en adopción al Cuerpo de Bomberos de Cozumel.
Además, Luna trabajó en la búsqueda de personas extraviadas en Quintana Roo y en el terremoto de la Ciudad de México.
Desde cachorro, Boox ha recibido el entrenamiento para la localización de personas extraviadas en zonas de desastre, algunas situaciones de riesgo como:
Terremotos
Derrumbes
Deslaves
¿Cómo encuentra un perro de rescate a una persona desaparecida?
Con una gran energía, Boox realizó una demostración de la búsqueda de una persona; primeramente, realizó una técnica de barrido al recorrer y olfatear el lugar; posteriormente, al localizar a la persona por medio del olor, comenzó a ladrar y a tratar de mover los objetos que impedían su paso.
Una vez localizado, uno de los entrenadores le lanzó la pelota con la cual los perros son adiestrados para estas labores.
José Alfredo Pérez detalló que este tipo de entrenamiento comienza con una pelota la cual se les da a olfatear, la van escondiendo para que el perro la busque, posteriormente, cuando ya está listo, pasa a la búsqueda de personas por medio del olfato.
A pesar de su gran tamaño y su fortaleza, Boox es un perro dócil, convive con Sombra, un cachorro que también está en entrenamiento en la Base de Bomberos, y también con Solovino, un perrito de edad avanzada que llegó a las instalaciones para no marcharse nunca más.