¡LA ADICCIÓN AL AZÚCAR ES UN FENÓMENO REAL!

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Es sorprendente la inmensa cantidad de padres que en búsqueda de algo que les ayude a distraer a sus hijos de su necesidad de atención, les introducen con inocente y letal insistencia en el mundo de la adicción, sin saber que están enfrentándoles uno de los enemigos más difíciles de vencer.

El consumo de azúcar provoca un aumento de los niveles de glucosa en la sangre lo cual ocasiona la liberación de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa, mecanismos similar al desencadenado por las drogas y actividades más adictivas como la cocaína, los móviles, la pornografía y el juego.

Esta liberación rápida y excesiva de dopamina desequilibra a otros neurotransmisores como la serotonina, que regula el estado de ánimo y el sueño. Un desequilibrio en la serotonina puede llevar a sentimientos de ansiedad y depresión.

Además, el azúcar puede afectar los niveles de insulina en el cuerpo, necesaria para que las células del cerebro absorban glucosa, su principal fuente de energía. Cuando hay un exceso de azúcar, los niveles de insulina pueden volverse inestables, lo que afecta la función cerebral y puede causar problemas de memoria y concentración.

Una de las ideas más nocivas de la población general es que la adicción a las sustancias depende de las sustancias y no del estilo de vida y la crianza. La adicción es una forma de relacionarse con el placer y la frustración que nos programan desde temprana infancia y luego cuesta Dios y su ayuda para poder superarlos.

Como todos los placeres que activan el mecanismo de la dopamina, el azúcar tiene un alto grado de tolerancia persistente, por eso, mientras más consumes ,más necesitas para obtener el mismo nivel de placer…. Y lo harás.

Los padres acostumbrados a consumir altas cantidades de azúcar piensan que lo que le dan a sus hijos diariamente es insignificante… pero no lo es.

Aunque sea por breves periodos, el síntoma de abstinencia del azúcar en los niños es muy marcado, presentándose en forma de irritabilidad, ansiedad, dolores de cabeza y antojos intensos, que en conjunción con los bajos niveles de tolerancia causados por otras actividades como la crianza permisiva, el uso de móviles y los dibujos animados, crean las condiciones para una pataleta perfecta, uno de los enemigos más formidables de los padres de hoy.

Al final, el azúcar siempre gana a quien pretende negociar con ella.

El efecto permanente más importante del consumo de azúcar es la ansiedad, que luego se expresa en un sinfín de comportamientos compulsivos que afectan todos los aspectos de la vida del niño: la comida, el el juego, el sueño y sobre todas las cosas, la capacidad para tolerar la frustración.

El consumo constante de azúcar también puede causar inflamación en el cerebro, que daña sus células y altera el mecanismo de comunicación interneuronal a través de los neurotransmisores, lo que contribuye a problemas cognitivos y emocionales.

Uno de los efectos más graves del consumo de azúcar a largo plazo es la manera brutal en la que desplaza a los alimentos más saludables como las frutas, legumbres y vegetales. El daño que este hábito produce al estilo de vida alimentario es uno de los más prolongados y perjudiciales.

Recuerda, el super poder más importante de la adicción es la negación.

Comparte esta publicación con los padres de niños que están en riesgo de convertirse en adictos gracias al consumo de azúcar.