¡No más chanclazos! Buscan que padres no castiguen a sus hijos con golpes

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Durante 2022 se atendieron mil 102 casos de padres que violentaban a sus propios hijos.
El Congreso de Quintana Roo analiza una iniciativa de ley que busca prohibir el uso de correcciones corporales y la violencia psicológica como métodos de castigo para los menores de edad, aún y cuando se trate de los propios hijos.

La diputada Luz María Berinstain, promotora de esta propuesta, señaló que cuando fue titular de la Comisión de Desarrollo Familiar y Grupos en Situación de Vulnerabilidad atendió casos extremos en que los padres quemaban a los niños, los amarraban o incluso los encadenaban con el propósito de modificar sus conductas.
Citó que tan sólo en el 2022 se atendieron mil 102 casos de padres que violentaban a sus propios hijos. En el 2021 fueron 971; en el 2020 655 y en el 2019 623.
Buscan reformar la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Q. Roo
El objetivo de la diputada es reformar y adicionar los artículos 35 y 89 de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Quintana Roo, para prohibir que el castigo corporal o humillante en su contra sea perpetrado por sus padres, tutores, maestros o compañeros.

También se cataloga la violencia física en contra de ellos como golpes en la mano o con algún objeto, empujones, pellizcos, mordidas, tirones de cabello, obligarlos a sostener posturas incómodas, quemaduras, “chanclazos” y “coscorrones”.

El castigo humillante es cualquier trato ofensivo o denigrante, ridiculizador o de menosprecio hacia los niños, niñas y adolescentes.
Buscan reformar la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Q. Roo
El objetivo de la diputada es reformar y adicionar los artículos 35 y 89 de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Quintana Roo, para prohibir que el castigo corporal o humillante en su contra sea perpetrado por sus padres, tutores, maestros o compañeros.

También se cataloga la violencia física en contra de ellos como golpes en la mano o con algún objeto, empujones, pellizcos, mordidas, tirones de cabello, obligarlos a sostener posturas incómodas, quemaduras, “chanclazos” y “coscorrones”.

El castigo humillante es cualquier trato ofensivo o denigrante, ridiculizador o de menosprecio hacia los niños, niñas y adolescentes.