Por Víctor Flores
La ola de violencia que golpea el norte y sur del estado ha prendido los “focos rojos” en el nuevo gobierno y en el sector empresarial, evidenciando una crisis de seguridad que preocupa y obliga a tomar decisiones enérgicas para cambiar el rumbo.
El puente largo de la semana pasada y la semana que concluye, nos arrojan un saldo rojo insoslayable, hubo en términos reales un incremento de la violencia en destinos como Cancún, Chetumal, Tulum y Playa del Carmen, que ocasionaron un desplegado público de los organismos empresariales del norte y sur del estado, ante la inevitable preocupación de los índices de violencia.
El secuestro y asesinato del conocido empresario Cipriano Torres que retumbó en Chetumal, el homicidio con violencia de tres mujeres en Cancún esta semana, una de ellas en gestación y de dos empresarios cancunenses, el levantón de dos periodistas en el sur y una docena de ejecutados a lo largo y ancho del estado en los últimos 10 días, sumado a extorsiones y alertas de viajes a turistas, dejan en evidencian esta crisis.
El Consejo Coordinador Empresarial de Chetumal, el Consejo Coordinador Empresarial del Caribe, el Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya, la Coparmex, Canaco, Amexme, Canirac y Asociación de Hoteles de Cozumel entre otros organismo firman el documento donde se exige a los tres niveles de gobierno actuar contra la delincuencia para controlar la violencia de los últimos días.
En el documento público, los empresarios hacen patente su disposición para coadyuvar en la consecución de las metas propuestas para revertir “Los hechos que nos roban la paz y la tranquilidad”.
El presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, Jesús Almaguer Salazar, externó ayer su preocupación por el clima de inseguridad que golpea a la entidad y llamó a la prevención, a la inteligencia y discreción en el combate a la inseguridad.
No quiso decir que la violencia se ha salido de control, pero aseveró, “Estamos muy en el límite de que la inseguridad cause un impacto severo al sector turístico, por ello pedimos a las autoridades en el tema de seguridad que la prevención se haga con inteligencia y discreción, no es con mayor presencia policiaca y armas como se va a resolver el problema, nos preocupa la percepción del visitante”.
Rubén Oyarvide en la puerta de salida
El ingeniero hidrógrafo de la Marina, Rubén Oyarvide Pedrero, quien llegó de “bomberazo” a la Secretaría de Seguridad Pública, tras la salida intempestiva de Manelich Castilla Cravioto, que solo duró cuatro días en el cargo y quien era la carta fuerte de la gobernadora, no ha sido la mejor elección.
Rubén Oyarvide, no había sido ni siquiera ratificado como secretario de Seguridad Pública de Cancún, por la hoy gobernadora, estaba como encargado del despacho cuando fue llamado de emergencia a ocupar la Secretaria Estatal de Seguridad Pública.
No había un plan B, y la improvisación como suele ocurrir no ha sido buena.
Ante el descontrol, Oyarvide Pedrero, se perfila como el primer funcionario del gabinete a ser sacrificado por la gobernadora Mara Lezama que este sábado 25 de marzo cumple los primeros seis meses de gobierno; la misma gobernadora ha dicho que lo que no se mide no sirve.
Y no es coincidencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador, que tiene gran aprecio por la gobernadora Mara Lezama, afirmó esta semana, el martes para ser exactos, en “La Mañanera” de la ciudad de Oaxaca, que Quintana Roo aparece como el único estado de la región donde los índices de homicidios dolosos (136) están por encima de la media nacional que es de 102 muertos por cada 100 mil habitantes.
La Mesa de Seguridad del llamado Grupo para la Construcción de la Paz y la Seguridad de Quintana Roo, nos ha quedado a deber, la estrategia ha sido fallida porque se minimiza la violencia y los resultados no son los esperados.
Para combatir la inseguridad, primero hay que reconocerla, si el plan no funciona, hay que cambiar el plan y de paso a los que no funcionan.
La percepción ciudadana es diferente a la de los funcionarios, el día a día y las redes sociales nos muestran un panorama minuto a minuto de la realidad.
El turismo no puede venir a los destinos de Quintana Roo bajo alertas de viaje, la seguridad es el principal activo de un destino turístico y la primera condición que toma un turista para elegir su destino de viaje.
El gobierno no debe sentirse atacado, señalado, ni perseguido cuanto se hacen este tipo de señalamientos, debe ser tolerante y receptivo, escuchar las voces que sí le dicen la verdad para actuar en consecuencia.
No hay mayor prioridad para una sociedad y empresarios que invierten y apuestan por un destino para generar empleo y prosperidad que la seguridad.
Una sociedad honesta y trabajadora como la que ha construido Cancún y demás destinos de Quintana Roo no merece vivir con tanto miedo.
Facta Non Verba